jueves, 28 de enero de 2010

28 de enero del 2010

28 enero 2010

Hoy leí una carta muy linda y me acorde de ti y me puse a pensar en lo que los días pasados han sido, sobretodo esas fechas de fin de año en que todo termina y comienza, en que la gente regresa y se sirven nuevos platos en la mesa, se ponen más sillas, se recibe a quien apenas se le está por conocer, las puertas se abren, las puertas son para eso para abrirse, para dejar que pase quien busque abrigo, quien necesite un refugio al frio, a la soledad, a la ausencia de alguien o de algo

Sin embargo a pesar de que mis puertas estaban abiertas de par en par, no llego nadie, ni llegaste tu, que es para quien tenía preparada la mesa

Quizás fue que no supe abrirlas por completo, que los problemas que traía en esos días pusieron algún cerrojo, el caso es que aunque esa noche no te lo dije, te esperaba llegar.

Quizás fue eso, que no te lo dije, que no te conté todo el día como te esperaba y como prepare la cena y puse a enfriar el vino y encendí la cafetera todo para quitarte el frio, aunque lo que más preparaba para eso eran mis brazos tibios, prepare la cama y saque los ganchos del closet para colgar tu ropa junto a la mía, prepare el cajón de la cabecera para que guardaras tus lentes, prepare las pinturas y limpie mi caballete y puse sobre él un lienzo en blanco para pintarte, prepare mil historias que contarte y prepare mis oídos para escuchar las tuyas, prepare hasta mi ropa para que no me encontraras tan desalineado por los desvelos, tan pálido y ojeroso por pasar las noches esperándote entre pinceladas

No sé que pudo ser lo que aquella noche no te dejo llegar, pero al leer esa carta me di cuenta de muchas cosas que no te he dicho, de muchas cosas que quizás no sepas aun, de muchas cosas que son importantes y que quizás no he sabido hacer que las escuches, como por ejemplo que sigo esperándote, aunque no te lo mencione demasiado

miércoles, 27 de enero de 2010

27 de enero del 2010

27 enero 2010

Perdóname el día de hoy, fue un día gris y tuve ganas de ya no esperarte, algo paso por mi mente y sabes que no soy muy bueno cuando mis neuronas se activan, te lo he dicho, no suelo pensar mucho porque no se pensar para bien, suelo ser demasiado pesimista, o realista y la realidad es que han pasado muchos días sin que llegues, sin que pueda escucharte y eso algunas veces en lugar de alentarme a salir a buscarte termina matando esta necesidad de encontrarte con la que camino todos los días las calles de una ciudad para la que soy tan solo uno más que se pierde entre sus recuerdos, entre sus muros grafiteados, entre fachadas que están por dejar de contar historias de los besos que en los pórticos se daban los amantes de hace años.

Y pienso que quizás también podría ser tan solo uno más, si lo soy para esta ciudad que me conoce, ¿Qué podría esperar ser para ti que no me conoces? Y pienso que no me conoces, y que quizás por eso te espero, porque si me conocieras estaría seguro que no llegarías, bueno al menos tendría una certeza y no todas estas dudas que cada vez que pienso me azotan la cabeza.

Y es que mientras salía buscarte me subí a un puente para ver si desde un punto más alto podría encontrarte entre la gente, y mientras miraba los autobuses que dejaban bajar gente con maletas en una esquina pensaba que quizás en uno de esos autobuses llegarías, pero pasaron quince antes de perder la cuenta por distraerme un una pareja que estaba sentada en un parabus.

Él la abrazaba y la mimaba, ella se portaba un poco fría, tan fría que hasta el puente donde yo estaba llegaban escarchas de su frio, sonreía y correspondía a medias a los mimos que él le daba, entonces paso otro chico, un chico alto de piel blanca, debo decirte que si era más guapo que la pareja de ella, ella le vio parado en la esquina del parabus, detrás de su pareja, trato de ser discreta para verlo y de momentos volteaba a ver a su pareja y desviaba la mirada hacia el otro chico entre sonrisas evasivas, pienso que su pareja debió de darse cuenta, aunque preferiría que en realidad fuera bruto y no notara aquello, porque incluso a mi me dolió aquel coqueteo silencioso de esa chica, de verdad ojala fuera bruto.

Pasaron varios camiones y autobuses y el chico guapo no subía a ninguno, y la chica seguía mirándole entre sus sonrisas y el correspondía a sus coqueteos, mientras yo seguía deseando que su novio fuera bruto, por fin después de un tiempo la pareja de la chica se puso de pie y ella también, se dieron un largo abrazo mientras ella por encima del hombro de él seguía sonriéndole al chico guapo, y el chico guapo se acerco al teléfono público que había en la esquina, se acerco un camión y la pareja de ella le dio un beso antes de subirse al camión, ella sonriéndole le lanzaba besos al aire y le hacía señas de que le hablara, supongo que para avisarle que había llegado con bien a su destino, aunque no se que tanto podría interesarle esto a ella, porque en cuanto arranco el camión ella se acerco a la esquina y le regalo una sonrisa más amplia al chico guapo, el hizo lo mismo, ella dio vuelta en la esquina y él se alejo del teléfono para seguirla, antes de perderles el rastro entre las calles vi que él la alcanzo y platicaron un momento, sonrieron haciendo los coqueteos más directos, sonrieron hasta que los dos comenzaron a avanzar.

Entonces comencé a pensar, a pensar que quizás yo también sea bruto, y que te espero sin imaginar que tú debes de estar con chico guapo también, pensé que indudablemente si me conocieras no pasaría mucho tiempo antes de que voltearas a ver a alguien más, y que alguien más te viera, una vez te lo dije –amarte es muy fácil después de conocerte, y no dudo que quien te viera con el tiempo terminaría enamorándose de ti, así que seguramente yo te estorbaría y poco a poco no serian solo coqueteos con desconocidos, poco a poco coquetearías también con tu partida, con esa ausencia que me quedaría si tú te fueras.

Pensé muchas cosas y perdóname por hacerlo, pero si lo vemos de una manera realista así son las cosas y ese es el resultado al que nos exponemos, pensé que quizás la única manera de dejar de ser un bruto era dejar de esperarte, además de comenzar a darme cuenta de que te mereces algo mejor, de que te mereces lo mejor y simplemente yo no soy el mejor en ningún sentido, sabes que lo que me importa es verte feliz, y hay muchas cosas que quizás necesites para ser feliz que yo no pueda conseguir jamás, así que si me pongo a razonar puedo darme cuenta desde ahora que si llegas un día tendrás que irte después, porque quiero que seas feliz, porque mereces lo mejor, porque te amo, porque solo eso puedo darte y para una mujer como tu hace falta más que eso para hacerla sonreír.

Así que perdóname que este día tenga ganas de ya no esperarte, perdóname por pensar cuando se que no sé hacerlo, perdóname por no tener todo lo que necesitas, ni poder ser yo ese chico guapo que pueda hacerte sonrojar, perdóname porque esta noche solo quiera meterme a la cama entre un sollozo.



Pero mañana vuelvo a escribirte

mañana vuelvo a esperarte,

hoy solo fue un día gris

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P.D. : aunque no te espere debes de saber que no dejo de amarte y que estos días solo son días en que paso demasiado tiempo a solas conmigo, y conmigo no es muy buena compañía cuando piensa, por eso es que prefiero pasar los días lejos de mí, esperándote en algún lugar.



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