30 de diciembre de 2009

30 diciembre 2009

Me he dado cuenta de que no eres tú quien ha llegado a tocar esta noche, los días pasados cuando creí encontrarte estaba muy contento, y creyéndote cercana te cuide todo lo que pude, te acompañe y trate de ser buena compañía, aunque sabes bien que no soy demasiado ameno, o que me intimido fácilmente ante tu presencia, pero trate de no ser malo, de ser bueno.

Pero aun en esta noche que te mire tan cercana estabas demasiado lejos, tan lejos como tu mano que acariciaba el rostro de alguien más, como mi mano que después de mirar la tuya así, solo ha tenido ganas de distanciarse mas, así que pase el resto de la madrugada dibujándote, a manera de disculpa para ti y de reproche contra mí, por ser demasiado ciego algunas veces, por repetir los pasados demasiadas veces, pero tu ausencia no me ayuda demasiado ¿sabes? Y es entonces que me confundo entre mi estupidez y esas ganas de que llegues, me he caído muchas veces estos días, pero hoy para no romperme preferí dibujarte, además de que no tengo un lugar aquí para romperme.

No sé que me dirás al marcharme por la tarde, no sé si escuchare tus palabras o las que suelo escuchar cada vez que te miro tan cercana y resultas no ser tú, no sé si pude ser bueno, si me sentiste así, aunque de verdad lo intente, al menos espero que te haya tratado diferente a lo “usual” y al partir me tengas en un buen recuerdo, yo créeme que te recordare de mejor manera que el chico que sintió tu piel, él sintió tu piel y nada más que eso, yo, yo te sentí a ti y por eso esta tarde me marchare tranquilo.

Aunque no con toda la certeza de haberte encontrado o de no haberte encontrado, pero por el momento no creo incluso que tú que estabas cerca quieras ser tu misma, y ser quien llegue mientras espero algún regreso o una despedida indiferente que se pierda cuando una mano nueva te toque mientras yo sigo esperando que llegues, aunque no llegues, inventándote cursilerías que no te caben en los bolsillos ni en tu vida, inventándome cursilerías para no romperme, mientras lo que se rompe por dentro se arreglara al encontrarte de nuevo entre pinceles y una cama vacía sin ti.

...